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sábado, 24 de febrero de 2018

Lobo.

Lobo.

Luna llena, noche oscura.
Como lobo sediento de pasión.
Como guerrero sin armadura,
es tuyo mi corazón.

Piel que desnudas a besos.
Animal insaciable y furtivo,
de tus trampas soy preso
y de tus caricias yo vivo.

Llama que se transforma en hoguera.
Noto fuego en tu mirada,
que activa mi instinto de fiera
y mi avidez deseada.

Aroma dulce y cálido.
Sabor fuerte y metálico.
Sonrojo en mi rostro pálido.

En la oscuridad, mi alma salvaje
por ti proclama fervor.
No puede explicarse en ningún lenguaje...
ni siquiera en este poema de amor.

Ellas.

Ellas.

Ellas preguntaron por la libertad
y les pareció un precio alto a pagar,
por algo de igualdad.

Ellas no buscaban un protector,
podían volar libres,
nadie era dueño ni señor.

Ellas no querían sufrir,
lloraron la perdida de muchas
a las que arrebataron la oportunidad de vivir.

Ellas no querían ser calladas,
denegaron sus derechos
y soportaron ser humilladas.

Ellas no querían cadenas que apretasen.
Decidieron luchar juntas
y no habría nadie que sus pies, parasen.

Ellas sintieron el dolor de la palabra odio.
Descubrieron que su mejor escudo,
era su AMOR PROPIO.

sábado, 28 de febrero de 2015

365.

365.

Peter metió la mano en el bolsillo derecho de su mugriento pantalón, sacó un cigarillo, lo llevo a su la boca y lo encendió como de costumbre… como cada vez que surgía una discusión entre nostros.

-Amanda, no puedes abandonarlo ahora, joder. Si no volvemos a pagar los impuestos… nos embargan la casa, nos la quitan. Esto es lo único que nos queda.- Los gritos y golpes de sus nudillos contra la mesa de la cocina retumbaban en mi cabeza, pero estaba decidica.

-La decisión ya esta tomada, estoy harta del bar, de mi jefe y de los borrachos que miran y toquetean, merezco algo mejor donde trabajar.- La idea de renunciar y abandonar ya me rondaba en la cabeza hacia unos meses y aunque aun sentía ese hormigueo en el estomago que poco a poco se convertia en cuchillos que se clavaban sin piedad, hoy le pondría punto y final.

-No sabes lo que dices, no volveras a encontrar algo mejor en mucho tiempo, y tiempo… no tenemos. Piensalo, necesitamos ese dinero más que nunca. ¿Tú… tú sabes las deudas que tengo? ¿Lo que puede ocurrime a mi o incluso a ti, si sigo sin pagarlas?- No volvería a dejar que me comiese la cabeza con problemas, con sus problemas. Ya no había vuelta atrás.

-Peter, ese no es mi problema, ¿Por qué coño tengo que pagar yo la mierda que tu te metes? Estoy cansada de tus vicios, cuando mi bienestar te importe más que todo eso, volveremos a hablar.- Me dirigí hacia la puerta y la abrí, invitando a aquel tipo que hacia llamarse mi pareja, saliese lo mas rapido posible, no quería volverme a topar con el en mucho tiempo, estaba demasiado cabreada.

-Sabes que soy capaz de todo, te arrepentiras.- Amenazó mientras me señalaba con la mano donde no tenia el cigarro, la izquierda, seguidamente cogió su chaqueta de cuero y salio, maldiciendo en cada paso que daba.

Cerré la puerta de un portazo haciendo notar mi furia y me desplacé hacia la despensa de medicamentos, necesitaba algo que quitase la presion y dolor cervical que aumentaba a cada minuto que pasaba.

jueves, 23 de octubre de 2014

Insomnio.

El insomnio me permite velarte hasta altas horas. Hundo mi cabeza en la almohada intentando conciliar algo de sueño, pero tu olor impregnado me lo impide. Solo puedo pensar en ti... en ti y en mí.

Bailemos bajo la luna,
cada noche, a la misma hora.
Dime que soy tu fortuna
y de tu corazón, señora.

Busquemos la mejor estrella,
que en este cielo exista.
Dime que soy la mas bella
y de tus sueños, protagonista.


domingo, 19 de octubre de 2014

El arcoíris.

Cuando caiga la lluvia:

Cuando creas que la guerra está perdida.
Cuando la gota que colma el vaso te quite la última bocanada de oxígeno.
Cuando la soga te apriete más de lo normal.
Cuando tus últimos esfuerzos, los malgastes en llantos.
Cuando pienses que tu vida ya no tiene sentido...

Levanta la mirada y recuerda:

Para ver el ARCOÍRIS, primero tienes que enfretarte a la lluvia.

sábado, 4 de octubre de 2014

Te quiero.

Me miras y sonríes.
Aparto la mirada y me sonrojo.
Me coges la mano y entrelazas tus dedos.
Aparto mi mano e inocentemente la escondo.
Me acaricias y llevas un mechón de mi largo cabello detrás de mi oreja.
Aparto tus dedos y vuelvo a dejar caer mi mechón.
Me acercas a ti y me susurras al oído.
Aparto mi timidez y te sonrió.
Me miras y te sonrojas.
Aparto la distancia entre tu mano y la mía y entrelazo mis dedos.
Me rechazas la mano y dejas caerla lentamente.
Aparto mis inseguridades y te revuelvo el pelo.
Me coges el brazo, lo llevas hacia mi y vuelves a peinarte.
Aparto mis miedos y te susurro: YO TAMBIEN.

Nos miramos y sonreímos.
Nos cogemos las manos y nuestros dedos entrelazamos.
Nos acariciamos.
Nos acercamos y lentamente nos besamos.

sábado, 20 de septiembre de 2014

La lluvia.

Miro a través de la ventana y no veo nada, ni siquiera a nosotros, ¡como ha cambiado todo! Aún recuerdo las largas tardes en tu regazo, bajo una gran esfera calurosa y sofocante. Y ahora, ¿qué queda de eso? Nada...¡NADA!. Ni un te quiero de tu boca, ni unos brazos donde acurrucame, ni unos labios que besar.

Quizás lo que un verano logró calentar, el invierno supo enfriar.

¿Cómo nos pasó esto?¿Qué es lo que ocurrió?

Quizás lo que un día el calor hizo llegar, la lluvia se lo supo llevar.