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sábado, 24 de febrero de 2018

Lobo.

Lobo.

Luna llena, noche oscura.
Como lobo sediento de pasión.
Como guerrero sin armadura,
es tuyo mi corazón.

Piel que desnudas a besos.
Animal insaciable y furtivo,
de tus trampas soy preso
y de tus caricias yo vivo.

Llama que se transforma en hoguera.
Noto fuego en tu mirada,
que activa mi instinto de fiera
y mi avidez deseada.

Aroma dulce y cálido.
Sabor fuerte y metálico.
Sonrojo en mi rostro pálido.

En la oscuridad, mi alma salvaje
por ti proclama fervor.
No puede explicarse en ningún lenguaje...
ni siquiera en este poema de amor.

Ellas.

Ellas.

Ellas preguntaron por la libertad
y les pareció un precio alto a pagar,
por algo de igualdad.

Ellas no buscaban un protector,
podían volar libres,
nadie era dueño ni señor.

Ellas no querían sufrir,
lloraron la perdida de muchas
a las que arrebataron la oportunidad de vivir.

Ellas no querían ser calladas,
denegaron sus derechos
y soportaron ser humilladas.

Ellas no querían cadenas que apretasen.
Decidieron luchar juntas
y no habría nadie que sus pies, parasen.

Ellas sintieron el dolor de la palabra odio.
Descubrieron que su mejor escudo,
era su AMOR PROPIO.